El Rebollet, una joya en Oliva

El 8 de septiembre de 1962, docenas de vecinos de Oliva se dieron cita en torno a una gasolinera muy especial que iba a ser inaugurada por las autoridades. Se llamaba “El Rebollet” y durante los últimos meses había sido construida “a la moderna”, en la entrada de la población, a la orilla de la rebolletcarretera de Valencia. Tan llamativa era que la gente se paraba a contemplar con detalle su arquitectura. Para quedarse sorprendida, poco después, por otra destacadísima novedad: un grupo de bellas señoritas atendían a los clientes con toda rebollet (2)amabilidad, ponían el combustible, limpiaban el parabrisas e incluso se daban maña para comprobar los niveles del motor.

Miguel Just e Hijos era el nombre de la empresa que, hace medio siglo, puso en marcha el negocio de “El Rebollet” a la vera de la carretera que une Alicante y Valencia. Paco Just, el gerente, uno de los cuatro hermanos propietarios, aseguraba a la prensa que se había puesto el mayor esmero en la instalación, destinada no solo a dar el mejor servicio a los vehículos sino a que los conductores descansaran en el restaurante y la cafetería. Es más, el proyecto tenía una segunda fase: un hotel de cien habitaciones, en pleno naranjal.

La instalación fue bendecida por el obispo auxiliar, doctor González Moralejo. Y durante 50 años ha estado protegida no solo por el Cielo y por millones de clientes satisfechos, sino por la sensibilidad del ayuntamiento de Oliva, que ha sabido entender que la arquitectura de la estación de servicio, amenazada por la creciente urbanización en los alrededores, merecía protección especial. Es así como las líneas de sus edificaciones, la originalidad atrevida de su concepto, sigue viva.

El secreto se debe al arquitecto Juan de Haro Piñar, colegiado de Madrid fallecido en 2003, cuyas obras, en este nuevo siglo, se están catalogando entre las mejores de España. Las cinco setas de distinta altura que forman el techo de los surtidores, y el paraboloide hiperbólico que a lo Félix Candela alberga las oficinas, están ya en los más selectos catálogos de la construcción pública del siglo XX. Como la planta ondulada de la cafetería y el restaurante, construido en materiales ligeros, todo fue una originalidad llamativa, brillante, el día de la inauguración. Aunque lo que destacaba, claro, era que además había amables señoritas despachando…

Acerca de fppuche

Periodista y escritor. Director de “Las Provincias” desde 1999 a 2002. Desde 2011, miembro de la comisión de Gobierno del Consell Valencià de Cultura.
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