La Valencia desconocida: las Naves de la Cross

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Hay una Valencia desconocida, ignorada por la mayor parte de los valencianos. Hay una Valencia que ha costado mucho dinero, y un largo esfuerzo por parte de la corporación municipal, pero que no sabemos que ha sido rescata del abandono y está a nuestra disposición. Hay una Valencia de la que somos dueños, pero ni se nos ocurre ir siquiera a verla. El polideportivo José Antonio Samaranch, el que normalmente se llama “las naves de la Cross”, es una pieza muy notable de la Valencia más nueva; pero sigue siendo una gran desconocida de los vecinos. Está donde la avenida de Francia es interrumpida por la calle de Ibiza: es decir por las vías del ferrocarril que allí se entierran…

DSC_0507Hace cuarenta años, incluso bastante menos, esta era una parte impresentable de la ciudad. Desde el barrio de Peñarrocha, donde se levanta el Palau de la Música, la orilla izquierda del Turia era un foco insalubre de contaminación plagado de industrias químicas que vertían aguas residuales sin depurar y soltaban humos que hacían insufrible abrir las ventanas alrededor. Entre el Camí Fondo, las vías del tren de Barcelona y el Turia, el territorio estaba plagado de casas de baja calidad, alquerías de huerta semiabandonada e industrias químicas en declive, que la propiedad no modernizaba pero tampoco cerraba.

En los años sesenta, el alcalde Rincón de Arellano, junto con el embajador fraDSC_0519ncés, pusieron un día una placa que rotulaba la Avenida de Francia. Pero aquello fue un gesto elegante y poco más: tuvieron que pasar muchos años, demasiados, para que comenzaran las soluciones. En la Transición, el alcalde Miguel Ramón Izquierdo sufrió las razonadas quejas de los vecinos del plan parcial 14, apoyadas por Comisiones Obreras y el PCE, contra la contaminación de la zona. Se tomaron las DSC_0503primeras medidas. El PSOE, en los ochenta, trazó las primeras líneas del hipotético desarrollo de la zona, camino del mar. Pero solo años después, ya en los noventa, se pudo ir tejiendo un compromiso por el cual la zona pasó a manos municipales.

La clave estuvo en el desarrollo del plan urbanístico de la Avenida de Francia, que se apoyó en el nacimiento de la Ciudad de las Ciencias, la prolongación de la Alameda y la construcción de El Corte Inglés que se levanta en el distrito. Entre 1995 y 2005, esa parte de Valencia cambió por completo. Pero quedaba un foco de abandono, el de las Naves de la Cross. La corporación de Rita Barberá ha necesitado atravesar años y años de peleas y abandono, años de complicaciones de todo tipo lastradas por la crisis. La rehabilitación de las naves comenzó en 2009, gracias a 3’9 millones del Plan E; pero cuando el Ayuntamiento quiso usar el segundo Plan E y construir otra instalación deportiva a cubierto, con 5 millones más, la empresa constructora entró en crisis y suspendió los trabajos. La gran parcela industrial, de 137.500 metros cuadrados, 48.000 de ellos techados, ha tardado años en ser puesta a disposición del público hace apenas unas semanas.

Aunque todavía quedan flecos pendientes y hasta el otoño no podrá funcionar a pleno rendimiento, Valencia tiene allí dos enormes naves, de estructura y techumbre de madera, perfectamente reconstruidas, que albergan siete pistas de pádel. En el exterior hay otras once pistas de pádel y tres de tenis, más una piscina descubierta. En el edificio central nuevo, diseñado para no tapar las vistas de las naves recuperadas, hay una piscina cubierta y un gimnasio. Se trata, en conjunto, de una obra de singular importancia, que valora el barrio donde se asienta y hace realidad el viejo sueño de que las naves de Cross se salvaran y se pusieran a disposición de los valencianos en una instalación de uso público.

 El gran problema, sin embargo, es un clásico de Valencia que continúa: son las vías de la línea ferroviaria a Barcelona, que se entierran en esa zona, en la calle de Ibiza, y cortan la comunicación del urbanismo potente de la prolongación de la Alameda con el mar. La ciudad ha necesitado siempre que el soterramiento de las vías se produzca mucho antes, cuando su trazado va a llegar a las inmediaciones del cauce antiguo del Turia. Pero el Ministerio de Fomento, una y otra vez, durante décadas, pese a las frecuentes demandas del consistorio presidido por Rita Barberá, ha demorado la inversión.

Acerca de fppuche

Periodista y escritor. Director de “Las Provincias” desde 1999 a 2002. Desde 2011, miembro de la comisión de Gobierno del Consell Valencià de Cultura.
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